viernes, 26 de agosto de 2011

La realidad de los sueños

-Vengo en busca de su ayuda.
-Dime pequeña, ¿Cuál es tu problema?
-El problema es que tengo sueños muy extraños, y muy tristes. Me despierto sudando y entre lágrimas, y me gustaría saber el motivo de ello.
-Muy bien pequeña, dime pues, ¿Cuáles son tus sueños?
-A veces son hermosos. Hay gente riendo, personas que se quieren, amigas que irían juntas al fin del mundo… son sueños realmente bellos.
-¿Y alguno más?
-Si, hay un sueño que se repite constantemente.
-Dime, ¿Cuál es?
-Es siempre el mismo. Camino por un bosque y de repente encuentro a un niño llorando. Me acerco pero parece que mi presencia le hace daño y le asusta, porque empieza a llorar todavía más.
-Continúa.
-Intento acercarme pero el niño se aleja. Es moreno, no tiene ropa, y parece que está sucio. Quiero ayudarlo pero hay algo que me lo impide. Es como si andara sobre tierras movedizas que no me dejan acercarme.
-¿Y que ocurre después?
-Le llamo. Le digo “chico, ven pequeño, solo quiero ayudarte”. Pero él niega con la cabeza e intenta huir… y entonces…
-…si?
-Entonces descubro horrorizada que hay una cadena atada a tu tobillo, que está encadenado a algo. El niño se esconde y se hace un ovillo, y yo sigo la cadena. Esta termina en una gran roca, y comprendo que el niño está allí atado porque esta tiene oro en su interior. Hay oro y mil joyas apiladas junto a la roca, pero el niño no las coge.
-No te pares, continúa.
-Cuando miro, el niño llora encogido pero no puedo llegar a alcanzarlo. Me alejo de allí confundida, y no he dado ni dos pasos cuando veo a otro pequeño encogido sobre un árbol, esta vez una niña. Me acerco a ella sintiendo mis piernas de escayola, y veo que llora y llora con una mano en el vientre. Tiene las ropas rasgadas y el pelo pegado al rostro y mojado de lágrimas. Me intento acercar pero ella grita y se pega aún más al árbol.
-¿Qué más ocurre?
-Mis pies no la alcanzan, no puedo seguir avanzando. Intento llamarla pero ella niega temblando y cierra sus ojos. Al moverse, un escalofrío recorre mi espalda. La niña no tiene la mano en el vientre, la tiene entre sus piernas porque está sangrando. Comprendo entonces que alguien la ha violado, y por más que lucho por acercarme ella solo llora y me mira con sus enormes ojos negros, dejando entrever entre sus piernas la marca de una inocencia totalmente perdida.
-¿El sueño acaba ahí?
-No, aún hay más. Me alejo de la pequeña sintiendo un vacío enorme, porque no puedo ayudarla tampoco. Conforme avanzo descubro más y más niños encadenados o con rastros de sangre, todos lloran y a ninguno puedo alcanzar. Algunos tiene pistolas pegadas a las manos que no pueden quitarse, otros yacen con los ojos cerrados y encogidos sobre sus propios huesos, todos lloran y me miran con miedo, como si yo fuese la que los mantiene así. El camino no se acaba, empiezo a llorar porque me duelen las piernas y el sonido de los llantos de esos niños es un eco aterrador dentro de mi mente, y no se marcha. Lloro mares y siento una pena horrible al recordar a esos pobres niños a los que no puedo alcanzar.
-¿Qué más?
-Avanzo a tientas sintiendo que las piernas me fallan, y entonces descubro un árbol apartado de los demás. Cuando me acerco, veo que un niño está recostado contra él. Tiene la misma edad que los demás, cuatro o cinco años, pero él no llora. Me acerco lentamente, y para mi sorpresa, mis piernas si pueden llegar a él. Me agacho y rozo suavemente su rostro moreno, y descubro rastros de lágrimas. Sus labios están secos y cuando miro sus ojos, descubro horrorizada una mirada totalmente vacía, sin rastro de sentimiento. Comprendo entonces entre lágrimas que el niño está muerto. Lloro pero no puedo dejar de acariciarle el pelo, el niño mira al vacío encogido sobre sí mismo, las ropas sucias y la piel que escupe tristemente sus huesos. Al cogerle suavemente la mano, esta deja caer un par de monedas manchadas de sangre. Y descubro entre los brazos del niño una muñeca de trapo.
-¿Y qué más?
-Cojo la muñeca con delicadeza, está sucia y tiene dos botones negros por ojos, y está recubierta de un papel sucio. Este se desprende y veo que se trata de un billete, sucio y roto, pero es un billete. Comprendí entre lágrimas que el niño había utilizado aquel billete para vestir a su muñeca, al fin y al cabo no era más que un simple papel. Dejo la muñeca entre sus brazos y entonces el niño cierra los ojos y se desploma sobre el suelo, aún sin soltar su preciado tesoro. El billete vuela y se desvanece en el aire. Me siento fallecer de pura pena, me duelen las lágrimas que guardan esas imágenes, mi corazón se encoje de lástima porque solo quiero salir de allí. Cuando me giro… todo cambia. Ahora no soy la única que camina por aquel bosque. Hay muchas personas, bien vestidas, que andan en todas direcciones. Los niños siguen allí llorando y gritando, pero estas personas… estas personas no les ayudan.
-¿Qué ocurre entonces?
-Siento la rabia crecer en mi interior ante esas personas que no hacen nada por esos pobres niños agonizando de dolor y atados con cadenas. Empiezo a gritar, a gritarles a ellos, y muchos se giran para mirarme extrañados. Otros, simplemente me ignoran y aceleran el paso. “¡¡¡¿Pero que hacéis??!!” –grito- “¿¿¡¡Por qué no os paráis?! ¡¡Ayudad a esos niños!! ¡¡Ayudad a esos niños!!!” –chillo-. Intento acercarme para ayudarles yo, pero de nuevo mis piernas me lo impiden. Le gente me mira de un modo extraño, como si estuviera loca. Con todo mi dolor comprendo que esas personas son ciegas, que no son capaces de ver a esos niños, que solo los puedo ver y oír yo. Los señalo, los retengo, pero ellos me apartan y me empujan para que les deje en paz. Continúan caminando sin ver a esos pobres niños. No aguanto más y echo a correr con rabia huyendo del eco de esos llantos, pero estos me persiguen y finalmente caigo sobre la tierra. No puedo parar de llorar y me arrastro con dolor por ese duro suelo, cierro los ojos y me encojo sobre mí misma. Esos niños siguen llorando y yo no puedo hacer nada. Esos niños continúan allí y los demás no los ven…
-¿Algo más?
-No. Entonces es cuando me despierto.
-Un terrible sueño, por lo que veo.
-Si, uno de los más horribles que tengo. ¿Cree usted que es grave?
-Me temo que si, mi pequeña.
-¿Pero por qué? ¿Cuál es el problema?
-El problema es, mi niña, que lo que describes no es ningún sueño.
-¿Qué es entonces…?
-Es desgraciadamente, la triste y cruel realidad…

By:Alhara

3 comentarios:

  1. Hola

    Mi nombre es Kari y soy administradora de un directorio web/blog, vi tu blog me gustaría agregarlo a mi directorio, así lograr que mis visitas conozcan tu blog, espero tu respuesta.

    Te dejo mi email para que me escribas
    karivelezs@gmail.com

    Éxitos y un beso, Kari Velez

    ResponderEliminar
  2. Hola Kari... Gracias por la oferta y bueno contactare contigo en cuanto pueda... esta oferta nos honra tanto a Alhala como a mi... Gracias de nuevo

    ResponderEliminar
  3. Buen día

    Mi nombre es Camila y administro el directorio www.tudirectorio20.com

    Me gustaría contar con su sitio en mi directorio, y de ese modo difundir nuestros sites a cambio solo pido un enlace a mi página de peliculas

    http://www.peliculononline.com
    Titulo: Peliculas gratis
    ¿Qué le parece la idea?
    Sería genial poder hacer un intercambio de enlaces.

    Quedo a la espera su respuesta.
    Un beso! y SueRte con su site!

    camitorres20@gmail.com
    Camila Torres

    ResponderEliminar